miércoles, 16 de junio de 2010

Tony


Me levante del suelo aun con una sonrisa de oreja a oreja en mi rostros, sabía que en algún momento Valery sería mía y su reacción me lo había asegurado aun mas, ella podía causar en cualquiera los más aberrantes pensamientos, su belleza erizaba mi piel y su sensualidad despertaba cada vez mas mi deseo de poseerla, quería probar su dulzura y deleitarme haciendo completamente mía aquella pureza aun intacta en su ser, para finalmente cumplir lo que tanto había codiciado.
-esa chica sí que es salvaje, solo me la imagino en plena acción.
-algún día va a caer – sonreí con malicia.
-no lo creo, es tan difícil como subir el monte Everest.
-difícil, pero no imposible.
-pfffff, sigue soñando Tony... bueno como sea ¿al fin vamos a salir con Stephany y Mary el sábado por la tarde?
-sabes que no puedo, voy a la casa de mi abuela a ver a… ¿esa no es Brittany?
Al verla mi cuerpo se lleno de ira y mis sentidos endurecidos hacían que las manos me temblaran descontroladas, me comencé a dirigir hacia ella rápidamente.
Su mano se dirigía al rostro angelical de Valery, la verdad me importaba un bledo si se mataban entre sí o la razón de su pelea, solo quería las malditas llaves de vuelta.
-ni lo pienses – tome su brazo ágilmente evitando que golpeara a la otra boba, sin embargo gracias a mi intervención ganaría algún punto con ella. Tome a Brittany de los hombros arrecostandola fuertemente contra los casilleros – creo que tienes algo que me pertenece.
Me había cansado ya de las estupideces de Brittany, era suficiente con su intensidad, aparte de todo se creía mi novia ¡por Dios! Solo su pequeño cerebro podía imaginar tal tontería, no había tenido novia nunca ¿Qué le hacía pensar que ella lo podría llegar a ser? Y lo que más me causaba ira era que se había metido con mi moto la cual prefería por sobre cualquier otra cosa, aunque lo pondría en duda al compararlo con el hecho de adueñarme de Valery.
Su silencio provocaba en mí aun más desesperación y mi paciencia estaba a punto de acabarse.
-te lo voy a decir una vez mas y espero que las neuronas te alcancen para entenderlo – dije aun calmado – dame la llaves.
Las lagrimas comenzaron a brotar de sus ojos, lo que era el colmo, ahora la muy estúpida se ponía a llorar luego de robar mis llaves y tras del hecho se ponía en el papel de víctima.
Sus lágrimas aumentaban al igual que su maldito silencio, mi paciencia se agoto y la ira nublo mis pensamientos, comencé a agitarla ligeramente contra los casilleros
-¡dame las putas llaves! – grite enfurecido con voz desgarradora.
-¡suéltala! – Amy me tomo del brazo en un intento de separarme de Brittany, pero la empuje sin esfuerzo alguno, callo lentamente al suelo perdiendo el conocimiento lo cual en realidad no me importaba en el momento, de igual manera como no se iba a caer si era tan flaca que hasta la brisa se la podía llevar volando.
-¡Amy! – Diego grito de repente, seguramente acababa de llegar.
Mientras tanto Brittany solo lloraba como una María Magdalena, ya estaba aburrido de su llanto estúpido.
-¡dame las llaves! ¡¿Quién mierda te crees para tomar mis cosas?! ¡Brittany me estas jodiendo la paciencia! ¡Dámelas!
De un momento a otro Valery me tomo de la camisa estampándome contra los casilleros, solté a Brittany la cual dejo caer las llaves en el suelo, Valery abrió la navaja de Jaime y coloco el filo de esta en mi cuello, sentía como la delgada hoja temblaba nerviosa en mi nuca, mire a Val confundido y sorprendido a la vez, en sus ojos se reflejaba el odio ardiente que despertaba en ella, mi respiración se acelero mientras intentaba recobrar el aliento.
-escucha maldito imbécil deja de hacerle daño a mis amigos y a Brittany antes de que te arrepientas.
-hazlo Valery ¿tienes miedo? – grite enfurecido, sus ojos azules me aturdían sin razón, humedecio sus tersos labios mientras mis manos estaban tentadas cada vez más a tocarlos con dulzura, sonreí divertido al percatarme como su frente se fruncía por la ira que invadía su hermoso rostro, nunca había actuado de esa manera, la ternura era siempre su fiel acompañante y la sonrisa contagiosa su pertenencia irrevocable, su cuerpo a varios centímetros descontrolaba mis sentidos emitiendo un tentador aroma a vainilla. Los murmullos no tardaron en devolverme a la realidad.
-hazlo – grite incentivándola a probar la dulce venganza - ¿tienes miedo?
-no Tony, no tengo miedo, tengo consideración con el servicio, no quiero ponerlos a recoger porquerías en el pasillo.
La gente alrededor produjo fuertes carcajadas al oír su hiriente respuesta, mi mente se nublaba de ira que regresaba nuevamente a mí.
Le devolvió con paciencia la navaja a Jaime, quien la miraba con morbosidad, mi rabia aumento al ver el deseo malintencionado en sus ojos, mis manos temblaban al ver el reflejo de Valery en las aberrantes miradas de quienes la rodeaban.
-me encantan las chicas salvajes – no podía controlarme los celos se me subían a la cabeza, sus palabras fueron flechas que cayeron justo en mi orgullo.
-vete al infierno imbécil – en ese instante se dibujo una sonrisa divertida en la comisura de mis labios, me encantaba lo fuerte y decidida que podía llegar a ser, no necesitaba protección de nadie para defenderse de personas como yo.
-tranquila que allí iré a parar.
El circulo de personas se disperso junto con su gloriosa partida, no me caracterizaba por sentirme culpable pero sabía que me había pasado con Amy.
Lo que aun no dejaba de sorprenderme fue la reacción de Diego, él no era como Jaime ni mucho menos como yo, eso lo sabía más que nadie, pero no me imaginaba que estuviese interesado en la tonta de Amy, Diego solo se limitaba a tomar a aquellas chicas que se le ofrecieran insistentemente, sus sentimientos salían a flote rápidamente tanto que no fue nada difícil para mí percibir cuan enamorado e ilusionado se encontraba de la nada extraordinaria chica, sin embargo no dejaría por nada del mundo que mi querido amigo desperdiciara su tiempo en ella.
-Jaime, no te vuelvas a dirigir de esa manera a Valery – mi tono fue más que amenazador.
-¿Por qué? ¿Te enamoraste de ella estúpido?
¿Enamorarme? El día en el que mi corazón se enamorara, ese día brotarían lágrimas de mis ojos por una mujer lo cual no sucedería nunca, quizás mi alma se encontraba petrificada, no lo sabía, pero me sentía a gusto así, pues sabía que nada podía herirme nunca más.
-responde Tony ¿estás enamorado de ella?
-claro que no, ¿acaso no me conoces?
-solo preguntaba.
Caminábamos por el pasillo sin emitir palabra alguna, Jaime solo guardaba la droga de sus bolsillos a su morral, no dejaba de pensar en Val, recordaba una y otra vez su rostro amenazante y su mano temblorosa en mi cuello, solo si pudiera…
-¡Tony! – Mi nombre interrumpido el hilo de mis pensamientos -¿qué sucedió? ¿Eres imbécil o qué?
-Daniel déjame en paz, no me interesa escucharte en este momento.
-¿te falta sentido común? ¿Cómo fuiste capaz de tratar a Brittany de esa manera? Al menos Valery reacciona ¡eres un imbécil!
-¡vete a la mierda Daniell! – grite enfurecido, odiaba cuando me reclamaban de esa manera - ¡no es tu maldito problema!
-escucha Tony me estoy cansando de tus estupideces – me tomo del cuello de la camisa, sus ojos se abrieron de par en par mientras susurraba con ira _ recuerda tus responsabilidades, ya no eres un niño o ¿este es el ejemplo?
-¡crees que puedo olvidarlo Daniell! ¡Mi responsabilidad, mi problema! ¡Ahora déjame en paz!
-me voy, el señor Ford te necesita, ¡suerte! – se despido sarcásticamente.
-púdrete.
Me compuse el cuello de la camisa y me dirigí furioso a la oficina del director, ya sabía lo que sucedería, otro castigo más y otra anotación.
Abrí la puerta con cautela.
-buena señor Mclions, tome asiento – amable señalo la silla que se encontraba frente al escritorio.
-cuénteme lo que sucedió.
-bue…
-señorita Miller tome asiento – el director interrumpió lo que ni siquiera había empezado.
Valery entro con elegancia, la mire con ira fingida, pues al igual que el director me encontraba embelesado con su presencia, el señor Ford volvió a la realidad tomando el control y encendió el televisor reproduciendo así la cinta de seguridad en la que se encontraba lo que había sucedido.
-bueno mis queridos jóvenes, quiero que me expliquen ¡¿Qué es esto?! – grito mientras golpeaba su escritorio.
-¡fue culpa de ella! – no tarde ni un segundo en defenderme.
-¿mía? Eres un cobarde, imbécil y poco hombre .
No me sorprendía para nada lo que pensaba de mí, con todo lo que le había hecho creo que se quedaba corta.
-cállate, tu eres una salvaje, una vándala – lo cual me encantaba, mi deseo incrementaba al verla defenderse con fiereza - ¿de dónde te sacaron de la basura?
&$%&#%!$#
Gritábamos estruendosamente al mismo tiempo lo cual hacia que no se entendiera nada de lo que decíamos.
-¡cállense! – el director grito aun más fuerte, Val y yo callamos sorprendidos – estoy decepcionado , es impresionante la manera que han actuado en el día de hoy, y más usted señorita, nunca me había causado problemas, en cuanto a usted señor Mclions explíqueme esto otro.
El señor Ford saco una bolsa de marihuana, otra de coca y unas cuantas cervezas. ¡Mierda! ¿Qué hace ese viejo esculcando mi casillero?
Valery soltó una carcajada burlona y se tapo la boca, yo la fulmine con la mirada.
-¿le parece gracioso señorita?
-no, disculpe señor Ford.
-bueno jóvenes están castigados, vengan mañana a las 6:00 am
-¡no! Mañana es sábado, usted sabe que tengo que...
-si señor Mclions yo lo sé, pero debió pensar en eso antes de comportarse de esa manera.
-pero…
-discúlpeme entonces señor dejémoslo para… mmm… ¡mañana! Me importa un pepino si es sábado o su cumpleaños o el de su novia ¡mañana es mañana! ¡Ahora largo de mi oficina!
Nos levantamos corriendo en medio de tropezones.
¡Mierda! Mi maldito sábado sería un desastre, castigado en el colegio y no sabia como iba a hacer con mis compromisos.
Vi a Valery dispuesta a irse igual de molesta que yo.
-mañana nos vemos gatubela – dije en tono burlón
-cállate imbécil si no quieres que de verdad saque las uñar – respondió colérica.
Se alejo bastante furiosa, su ira alimentaba codicia de tenerla, me di la vuelta para finalmente marcharme.
-¿qué sucedió? – Daniell apareció de la nada o bueno en realidad salió del pasillo horizontal.
-nada que te importe.
-¡¿Qué no me importe?! ¡Soy tu hermano mayor!
-¿y? no vengas aquí haciéndate el hermano responsable
-como quieras, y no te preocupes iré mañana y lo hare por ti.
-gracias, te lo debo
-me debes demasiadas.
Daniell y yo no éramos los mejores hermanos, pero sabía que me quería y siempre quería cumplir su ridículo rol de hermano mayor, mayor por un año, pero sabía que no funcionaria pues no soy fácil de manejar.
Sin embargo trataba en lo posible de evitarlo para no pelear como siempre lo hacíamos.

6 comentarios:

  1. Estuvo genial!
    Me encanta la actitud de Tony

    Publica pronto
    Bye!

    ResponderEliminar
  2. Lucy !!
    porqe no te pasaste por mi blog, para avisarme de qe hacias una nueva historia ? :/

    jaja, no importa, lo mismo la encontrée gracias a Gera, ^^ i me encantó todooooo, no termine de leer todo, pero me encanto hasta lo qe voii :P

    Te espero por mi bloog ;) Tengo historias nuevaas, i espero qe sean de tu agrado :D i a "Devil´s Kiss.." lo estoi reformando, ;)

    Besitos, Lucy♥

    ResponderEliminar
  3. hola he encontrado tu blog en el de "una chica desesperda ", mala noticias helena ya no continuara con es blogger =8 , estoy diciendoles a tods sus fans!!! ok
    bueno vere tu blogger para ver como esta , espero que veas el mio apenas lo empieso.

    ResponderEliminar
  4. hola! estoy empezando un nuevo blog y me gustaria que lo vieras y me dices que piensas:/daniellalovestory.blogspot.com/

    ResponderEliminar